domingo, 13 de junio de 2010

Los orígenes de Nelo

Una serie de detalles, que no pasan desapercibidos, me han llevado a elaborar una teoría sobre el origen "quillo" de Nelo, mi nueva mascota. En primer lugar, su aspecto. Mucha gente, entendida en la materia, me asegura que es una mezcla de cazador y alguna otra raza tipo pit bull, o dogo argentino y, además le han mal cortado la cola. Fue encontrado por los alrededores del parque del Besos, una zona en la que abundan razas peligrosas y, se dice, hay peleas de perros. Otro detalle significativo es que le han pegado con palo; al ver a una pobre anciana con bastón, un jardinero con azada o a mí con una escoba, se pone a temblar y, si puede, se refugia -una penica que da el pobre!. Por último, cuando me siento en una terraza se coloca bajo mi silla y puede estarse sin rechistar durante horas, ni siquiera pide agua, lo cual me indica que ha hecho mucho bar. O sea, quillo, quillo.
Como mi niño de peligroso no tiene nada, de cazador menos, de cariñoso mucho y de muñequito con pilas, más todavía, intuyo que a sus primeros dueños les salió rana: no sirve para peleas, no vale para cazar -le asustan los petardos y persigue a los gatos solo para jugar con ellos, lo que le ha costado ya más de un zarpazo. Con este panorama, imagino que la mejor opción fue abandonarlo. Y todo eso que se ganó el quillo, porque ahora somos tres, Nelo, Nua y yo, más los gatos: el Xupi y el Nerito, y tutti quanti la mar de contenti. Como dice un vecino, a este, li ha tocat el gordo!!
Continuará (espero)

1 comentario:

Tanais dijo...

Pobre criatura, no entiendo como alguien puede hacer ese daño a un animal, deberían hacer lo mismo con ellos. Menos mal que aun queda gente como tu.

Son muy lindos!