Nelo y el paseador de perros

Hemos contratado a un paseador para que se lo lleve por las tardes y lo canse un poco. Es un chico muy majo, que ha leído todos los libros y se ha tragado todos los capítulos del encantador de perros. Además nos da orientaciones para el buen comportamiento de Nelo, cuyo problema, al parecer, es que tiene demasiada energía y no sabe cómo canalizarla. El plan es que, cada tarde, se harte de correr, llegue reventado y no le queden ganas de destrozar nada. A ver qué pasa.

Ya tenemos hora en la veterinaria para proceder a su transformación farmacopornoráfica (la del perro, no la del paseador). Será el próximo viernes. Por el momento, parece que se lo ha tomado bien. Y eso que nos han explicado todo el proceso en su presencia. Sin embargo, se ha mostrado indiferente y más preocupado por recibir un chuche que por la pérdida inminente de su virilidad. No sé, pero me parece que tiene algo de queer, el quillo. Ya se lo digo yo siempre: Nelucho, eres un chucho !!!

Continuará (esperamos)