jueves, 17 de septiembre de 2015

Lo que me faltaba !!

Ahora resulta que Nelo es un perro atópico. Sabía que era atípico, pero esto... con toda sinceridad, no me lo esperaba y me ha llevado a un profundo desánimo. Pobre Quillo mío!! 
Desoyendo el sabio consejo de no mirar Internet en estos casos, he buscado todo tipo de literatura sobre el tema y... aún me he hundido más. Se trata de una enfermedad incurable, epidérmica, inflamatoria, pruriginosa, dermatológica y no sé cuántas cosas más, asociada a la presencia de anticuerpos lgE frente a alérgenos ambientales. Cuando lo he leído casi me desmayo. Suena tan grave que por poco no lo llevo a recibir la extremaunción, por si acaso. 
Él, en su paseo y con su dermatitis
He visto también que no existe una terapia única y eficaz para el tratamiento de esta afección. Dice el veterinario (que ahora está sustituyendo a su facultativa habitual y es un pelín resabiado) que "Las terapias que podemos emplear se resumen en tres grandes grupos: tratamiento tópico, inmunoterapia y tratamiento médico antipruriginoso". Se ha quedado tan ancho y le ha dado unas pastillas y una crema; el pienso hipoalergético lo está tomando desde que le detectamos la tontería cutánea.
Las que sois sensibles al tema entenderéis el drama materno-filial por el que estamos pasando. Solo una cosa me consuela: él parece tranquilo, se nota que afronta la enfermedad con serenidad y valentía. Como un hombre, me atrevería a decir si eso fuera motivo de orgullo (pero no).
Esta mañana, cuando le he hablado con la claridad que merece, explicándole síntomas y consecuencias sin ocultarle nada, ha reaccionado con una gran entereza emocional; se ha rascado un par de veces detrás de la oreja, ha suspirado y ha seguido durmiendo. 

La frase del día: Nadie que disfrute de la vida tiene un abdomen perfecto.
Dicho popular

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